Desvinculación: ¿Fin o nuevo comienzo de una experiencia laboral?
Todos desde nuestro comienzo en la vida laboral, hemos pasado por el proceso de abandonar nuestros trabajos. En mi caso personal, me considero afortunada, puesto que cada uno de mis cambios ha sido por decisión propia y no algo impuesto por mis empleadores, lo que hasta el día de hoy me permite tener las puertas abiertas de los lugares donde he trabajado.
La desvinculación o despido como se denominaba es el cese contractual entre la empresa y el trabajador, y existe una amplia gama de opciones por lo que esta se produce.
Es sumamente importante tener claridad de las causales y cuál es su correcto procedimiento para no incurrir en errores que pueden acarrear inconvenientes a la empresa.
Existen distintas variables para evaluar el porqué de una desvinculación o bien una renuncia voluntaria, y tomando en consideración esas variables se deben establecer planes de acción para revertir esas situaciones.
En el caso de las renuncias estas suelen ser por:
- Bajos niveles de satisfacción del trabajador
- Mejores ofertas laborales
- Horarios más flexibles
En el caso de las desvinculaciones estas pueden ser por:
- Baja productividad
- Mala adecuación del trabajador con el ambiente laboral
- Poco interés de superación
- Mala relación entre el empleado y la empresa
Una de las medidas para controlar las desvinculaciones y posibles renuncias es conocer la hoja de vida de los empleados, tener claridad respecto de si ha recibido amonestaciones verbales o escritas y cuales habrían sido los motivos, esto también es una manera preventiva para aplicar las correcciones de ser necesario.
Por: Karina Valdés V.
Estudiante Técnico en Administración de Empresas, Mención en Recursos Humanos
Instituto Profesional AIEP
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