Evaluación de Desempeño: balance de una empresa
Para toda organización es indispensable conocer sus fortalezas y debilidades.
Esto solo se puede llevar a cabo a través de una evaluación de desempeño.
Pero no solo basta con aplicarla y conocer sus resultados. Debemos enfocarnos
en buscar estrategias para revertir las debilidades de una forma que no
impacte de manera negativa en el entorno.
Esto lo hacemos mediante el control, que nos permite verificar el desempeño y
rendimiento. El control, dicho de otra manera es un medio para encontrar un
fin, ya que de este dependen las correcciones a realizar frente a las
deficiencias o debilidades de una organización.
Dependiendo del área que muestre mayores falencias, debemos establecer un
plan de acción para corregir y mejorar.
El control en todo proceso es fundamental. Así nos aseguramos de que el
rumbo planificado sea alcanzado.
La forma más práctica es recopilar toda la información respecto del
comportamiento de los factores de las áreas de interés para el plan trazado,
sin dejar de lado, la definición de los criterios a evaluar; estos estándares
pueden ser:
- Estándares de calidad: entre ellas, satisfacción de clientes, control de
calidad de producción, especificaciones del producto, etc.
- Estándares de cantidad: como cantidad de existencias, volumen de
producción, etc.
- Estándares de tiempo: por ejemplo, tiempo de atención al cliente,
tiempo de entrega de un producto, tiempo de producción, etc.
- Estándares de costos: entre estos, costos de administración, costo de
producción, etc.
Además de esto considerar los resultados de las evaluaciones pasadas, para
poder tener una idea de si existe alguna desviación y hacia donde se encuentra
orientada.
En gran medida una evaluación de desempeño positiva, independiente de mostrar a la organización que las cosas se están haciendo de manera correcta, siembra un grado de optimismo y positivismo en los colaboradores al momento de conocer dichos resultados, ya que esos indicadores en gran medida se deben a su buen desempeño laboral.
Por: Karina Valdés V.
Estudiante Técnico en Administración de Empresas, Mención en Recursos Humanos
Instituto Profesional AIEP
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